domingo, 20 de junio de 2010

Para no olvidarte


Oración a la Bandera

Quédate en el cielo, amor,
no bajes.
Aquí abajo, los grises
son tan grises
que, de algún modo gris,
van a ultrajarte.

Y sos tan linda allá,
tan nomeolvides,
-simple ademán de madre
por el aire-
que si caes, amor,
con la ternura
con que caen las hojas
de los árboles;
si llegas a caer,
acaso nunca
vuelvas a ser tan cielo
ni tan madre.

Déjanos a nosotros,
los humildes,
los que nunca te usamos
ni abusamos de tu inmenso
silencio planetario,
que cuidemos la altura
donde habitas,
celestemente hermosa,
como el aire.

Déjanos a nosotros.
De los otros,
es piadoso no hablarte.

Buenos Aires, 1977
Armando Tejada Gómez